
El microhormigon, muy conocido en el ámbito arquitectura, está siendo cada vez más adoptado por los diseñadores de espacios exteriores por su versatilidad y alta resistencia a los efectos meteorológicos adversos, así como su coste reducido que lo coloca como opción económica preferente.
La plasticidad, versatilidad y capacidad de adaptación de este material ha permitido su uso en un sinfín de elementos en zonas ajardinadas de chalets y casas de campo, desde el trazado de caminos hasta piscinas.
Frente a otras opciones más tradicionales como la piedra natural, la cual puede desentonar con el aspecto más moderno de las casas actuales, o el asfalto, el microhormigon es una alternativa elegante a la par que funcional. La posibilidad de utilizar pigmentos junto con el microcemento para obtener microhormigon teñido abre un nuevo mundo de posibilidades para demarcar pistas de acceso para los coches o caminos a través del jardín, pasando de opciones monótonas a delineaciones claramente visuales. La superficie del microcemento permite además una excelente adherencia de la goma de los neumáticos y el calzado, evitando resbalones, patinazos o chirridos causados por los vehículos. Por otro lado, es sencillo mantener su buen ver gracias a la facilidad de limpiado, pudiendo llegar incluso a prescindirse de cualquier escoba o cepillo en pos de un simple manguerazo.
El microhormigon puede hacerse fraguar con facilidad en planchas y láminas para formar bancadas, mesas, barbacoas e incluso formar elementos decorativos como fuentes o estatuas. Sin embargo una de las aplicaciones predilectas que se le pueden dar, gracias a sus excepcionales impermeabilidad, es como revestimiento exterior del vaso de piscinas de gran tamaño, donde este producto ofrece una solución interesante, decorativa y con una durabilidad garantizada superior a los materiales cerámicos usados comúnmente.
Las capacidades fisicoquímicas del microhormigon le confieren una dureza al rallado inigualable, una alta resistencia a la degradación causada por las condiciones atmosféricas (lluvia, ciclos de hielo y deshielo, contracciones y dilataciones térmicas, así como otras acciones similares) o por agentes biológicos, en el caso de jardines, especialmente causada por culpa de las raíces pertenecientes a arbustos y árboles o al crecimiento de hierbas pioneras.
Estas capacidades sólo ser ven eclipsadas por el amplio número de formas y aspectos que puede presentar el microhormigon. Desde el tono básico, pasando por las diversas tonalidades posibles e incluyendo hasta texturas que imitan a otros materiales, el microhormigon supone una opción excelente para todos aquellos que busquen una solución barata, adaptable y personalizable y, por encima de todo, libre de complicaciones.